Ahora que se acerca el buen tiempo, empiezan a apetecer alimentos más refrescantes, ¿verdad? Y pocas cosas hay más refrescantes y deliciosas que una buena limonada casera.
Por eso, hoy te traemos una receta de limonada con la que disfrutar, compartir y refrescarnos en esos días en los que aprieta el calor. Super fácil y con ingredientes 100% naturales. Sin duda, la limonada es todo un clásico y un must en los meses de calor. Además, es una buena alternativa a otras bebidas más calóricas o alcohólicas, como los refrescos azucarados, la sangría o el tinto de verano.
¿Quieres disfrutar de una deliciosa limonada casera?
Sigue leyendo porque esta receta es tan sencilla que no podrás parar de hacerla.
Para preparar tu limonada casera vas a necesitar:
-Un exprimidor de limones automático
-Un colador de malla fina
-Una jarra grande o un tarro de cristal para darle un toque vintage
-Una cuchara de madera o una espátula
Para una deliciosa limonada, elige limones frescos y jugosos. Busca frutas firmes, con piel brillante y evita los muy duros o arrugados. ¡A exprimir frescura!
Si cuentas con un exprimidor automático de Zummo, podrás exprimir limones con casi todos nuestros modelos, ya que nuestros kits están preparados para exprimir toda clase de cítricos. Gracias a nuestro Sistema EVS, el exprimido de los limones será exactamente igual que el manual pero sin mancharse ni cansarse. Parte la fruta en dos partes y al exprimirse nunca entra en contacto con la cáscara. ¡Asegura el zumo más puro y con el mejor sabor!
Añadimos el azúcar al jugo de limón y mezclamos bien con una cuchara de madera o una espátula hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Si prefieres hacer limonada casera sin azúcar, puedes sustituir el azúcar por cualquier endulzante que te guste, como la miel, la stevia, el sirope de ágave o de arce.
A continuación, agregamos los 500 ml de agua bien fría al zumo de limón con el azúcar o endulzante que hayamos elegido. De nuevo, mezclamos muy bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. ¡Ya casi tenemos nuestra limonada casera lista!
Ahora solo queda probar la limonada y ajustar la cantidad de azúcar o endulzante y de agua según nuestro gusto.
Si la limonada nos ha quedado demasiado ácida, podemos añadir más azúcar o endulzante. Eso sí, ¡sin pasarnos!
Si, por el contrario, nos ha quedado demasiado dulce, lo que haremos será agregar más agua.
Y ahora viene el toque final super refrescante…
Echamos el hielo en hielo en la jarra e inmediatamente vertemos la limonada sobre el hielo. De nuevo mezclamos bien y la metemos en la nevera para que se mantenga bien fría hasta el momento de tomarla.
¡Ya tenemos lista nuestra deliciosa limonada casera!
Si queremos, podemos decorar y aromatizar con ramitas y hojas de menta fresca (opcional). La servimos en vasos altos con más hielo. ¡Y a disfrutar!
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